Constantemente hemos escuchado sobre asuntos de corrupción en los concursos y licitaciones que hace el gobierno con particulares, para llevar a cabo obras públicas o generar sistemas y/o software para las instituciones públicas.
Fraudes millonarios de los que nos hemos olvidado por una mala administración de la memoria; y este espacio no será para recordar de manera específica alguno de ellos. Más bien, a manera de propuesta, pienso que sería más transparente y ayudaría al desarrollo del país, llevar esos concursos y licitaciones a las universidades públicas y privadas.
Es decir, que sean los universitarios quienes diseñen los proyectos de urbanismo, arquitectura, software y demás infraestructura que el Estado actualmente solicita de particulares y extranjeros. Esto también contribuiría a generar empleo para los egresados de las escuelas y constituiría un excelente incentivo para llevar más gente a las aulas.
Por supuesto, esto no debe ser confundido con un programa electorero de asistencia social o bolsa de trabajo. Los universitarios deben ser considerados de la misma manera que se hace con las empresas contratistas que actualmente contrata el gobierno, deberán contar con presupuesto y en pocas palabras, con las mismas condiciones, favorables.
Tampoco estoy sugiriendo que las empresas privadas y extranjeras se queden fuera del proceso, también podrían participar y en caso de no ser los elegidos aún se les podría ocupar como asesores de proyecto.
Considero que una propuesta de este tipo generaría una población joven con oportunidades en las escuelas, mayor presupuesto para la educación y desarrollo tecnológico que tanta falta le hace al país.
